Catena Tank a la Cartier
Catena Tank a la Cartier
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Very likely Cartier didn't find that funny at all
Picked for you by Karol
This watch was made in the 1950s
Modelo: Tanque Cartier
Año: 1959
Alcance de la entrega: embalaje zrhbrg con activo digital
Vidrio: vidrio mineral
Material de la caja: Acero inoxidable, 18 ct. Chapado en oro
Material del bisel: Acero inoxidable, 18 quilates. Chapado en oro
Material del fondo de la caja: acero inoxidable de 18 quilates. Chapado en oro
Índices: Ninguno
Estilo de mano del dial: manos Dauphine
Calibre: ETA 25112
Calibre base: Y 25112
Reserva de marcha: 44h
Número de piedras: 17
Frecuencia: 21.600A/h
Tipo de cierre: Hebilla de espiga
Material del cierre: acero inoxidable
Acerca de la marca
La Chaux-de-Fonds, 1947: Willy Lebet funda su propia empresa de relojes. La Chaux-de-Fonds es una ciudad en la llamada cuna de la industria relojera suiza y vio, como su vecino cercano Le Locle, el florecimiento de varias empresas relojeras en los siglos XIX y XX. La Chaux-de-fonds es la ciudad más alta de Europa y tiene un invierno largo y hasta hace poco su población vivía de la industria relojera. A principios de los años 50, el Sr. Lebet trasladó su empresa a La Neuveville, un pequeño pueblo a sólo 40 kilómetros de La Chaux-de-Fonds. Pronto registró una nueva marca CATENA y en 1959 su hijo Claude asumió el mando de la empresa. En aquel momento, la empresa estaba especializada en el montaje de movimientos de relojes mecánicos y la empresa creció rápidamente. En aquella época, los relojes mecánicos todavía reinaban y pocos fabricantes se atrevían a salirse de los caminos trillados y lanzar al mercado un reloj especialmente original. Pero CATENA ya en ese momento brilló por su inconformidad y produjo un diseño propio y único. Se trataba del famoso “Spaceman” inspirado en los platillos volantes que fueron un gran tema de conversación en aquella época y que poco después tuvo un éxito rotundo en la mayoría de los mercados mundiales. El “astronauta” incluso aterrizó en el Museo de Arte Moderno de Nueva York. Este éxito animó a la dirección de Catena y al dinámico propietario, el Sr. Lebet, a comprometerse cada vez más en la producción de relojes acabados y a diseñar una política de marca. Desde entonces, ha nevado mucho sobre la magnífica montaña Moléson que domina la fábrica. La Colección Catena creció con los relojes de cuarzo desplazando a la mayoría de los modelos mecánicos.